Si tienes
alma de emprendedor, cuando tienes una idea en la cabeza no podrás dejar de
pensar en convertirla en un negocio. Pero si te falta un poco de experiencia,
puedes cometer el error de creer que con la idea basta y es lo más importante.
Lo peor sería que te confundas con simples mitos y dejes
de planificar tu proyecto como es debido: a través de un buen plan de negocios.
Recuerda que sólo así convencerás a los inversionistas o al banco, porque ellos
pensarán más detenidamente y están preparados para detectar y eliminar los
mitos. Por eso, nunca creas en las siguientes premisas:
“Todo
aquel que inicia un negocio, es un emprendedor”.
Falso,
aunque hay sus excepciones, cuando creas tu propio negocio, puedes estarte
volviendo un auto empleado, y no un emprendedor, claro no es para nada malo.
Pero no te hace un emprendedor, ya que, si tú haces la parte técnica de tu
negocio, automáticamente te vuelves en auto empleado y no en emprendedor.
“Una
idea brillante te hará rico”.
Mentira. Una idea brillante no es necesaria ni
tampoco suficiente para el desarrollo de un negocio exitoso, a pesar de que no
está de más. prácticamente una idea no vale nada asta que la pones a prueba, asta que cuantificas resultados, en ese punto te darás cuenta si realmente si es una gran idea o no.
“Sí
construyes, vendrán”.
Alejado
de la realidad. No sólo hay que hacer algo excelente, sino que hay que
comunicarlo y hacerlo bien. No sólo por hacer el mejor producto el cliente lo
aceptará. hay que proporcionarle a nuestro producto, servicio o empresa un buen posicionamiento y una buena campaña publicitaria. Debes de darte a conocer para que los clientes lleguen.
“Lo
que tú piensas es lo más importante”.
Puede ser, pero para generar
un negocio no es lo más importante. Al momento de evaluar tu idea, en realidad
no importa sólo lo que tú y todos tus amigos piensen que tu idea es la mejor. Lo
que sí importa es lo que piensan tus clientes.
“Lo
que sabes es más importante que a quien conoces”.
Lo cierto es que es más importante,
a quién conoces que lo que de hecho conoces. Esto no quiere decir que ser
inteligente y conocedor no sea útil. Saber “qué” por lo general es un medio efectivo
para que te presenten a los “quiénes” adecuados y hay un motivo lógico detrás
de esto: las decisiones comerciales son horrorosamente complicadas.
Esto es impreciso. La
verdad es que sí necesitarás dinero, pero no necesitas tanto para empezar algunos tipos de negocios, lo
que sí necesitas es tener ganas de trabajar mucho. Tienes que lograr que tu
idea brillante dé sus frutos; nadie lo hará por ti y nadie te dará el dinero
para contratar a otro para que lo haga.
“La
idea es la parte más importante de mi plan de negocios”.

1) ¿Quiénes son tus clientes?
2) ¿Por qué comprarán lo que vendes?
3) ¿Quién forma parte de tu equipo?
4) ¿Cuáles son los riesgos?
“No
tener competencia es bueno”.
Sería pésimo creerlo. Puesto que, si no tienes competencia
seguramente sea porque no hay posibilidad de hacer dinero. Hay seis mil
millones de personas en el planeta y es muy poco probable que ellos hayan
dejado un nicho del mercado rentable totalmente sin explotar.
“No necesitas dinero para emprender”.
Esto es falso, ya que para cualquier proyecto necesitas invertir
directa o indirectamente, (ya sea principalmente en materia prima o en gastos
de traslado), Necesitas darte a conocer (ya sea mediante una campaña de
marketing o mediante métodos propios o “gratuitos” como lo son las redes
sociales), entre otros gastos indirectos, lo que si es posible es emprender con
una inversión baja o moderada.
“No es necesario saber vender para emprender”.
Todo en la vida son ventas, desde como te vendes con los inversionistas,
hasta venderles a los clientes, tu negocio y empresa crecerá a base d las ventas.
Todas las empresas que van naciendo deben tener una meta, que es vender, ya que
sin ventas no sobrevivirían ni un año.
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